Los hermanos Megan y Noah descubren un cadáver enterrado desde hace tiempo en el sótano de casa de sus padres, lo que les lleva a una madriguera de crímenes y asesinatos.
Un asesino a sueldo y aspirante a actor se muda del medio oeste a Los Ángeles y queda maravillado con las clases de teatro a las que acude durante una misión.